(ANDINA).- Las vacaciones adelantadas que se inician hoy, bajo la recomendación de no asistir a lugares de gran concentración pública, son una ocasión propicia para que los escolares realicen algún deporte al aire libre o revivan los populares juegos de antaño como lingo, mundo, kiwi, escondidas, trompo o canicas.
Esta recomendación la formuló el director del Instituto Guestalt de Lima, Manuel Saravia, al recordar que el Ministerio de Educación dispuso el adelanto de las vacaciones de medio año a fin de evitar el contagio de la gripe A H1N1 en ambientes cerrados y con gran concentración de alumnos.
Para el especialista, estos juegos recreativos constituyen una forma sana de diversión a fin de emplear el tiempo libre de los alumnos, sobre todo los más pequeños; mientras que a los adolescentes podría motivárseles con alguna práctica deportiva en parques y áreas abiertas.
Saravia Oliver añadió que los juegos de antaño también son una excelente alternativa para que los niños desarrollen su imaginación y creatividad, y estén en contacto directo con otros seres humanos sin necesidad de refugiarse en sofisticados videojuegos para entretenerse.
En el caso de los estudiantes de educación secundaria, una caminata al aire libre o salir a jugar fulbito con amigos ayuda a descargar las tensiones y preocupaciones propias de la adolescencia, considerando que este grupo social es menos tolerante al aburrimiento.
“No porque se han adelantado las vacaciones los niños van a estar todo el día jugando en la computadora o encerrados en su cuarto. Se debe promover el deporte y los juegos al aire libre, porque en espacios abiertos no hay tanto riesgo de contagio como en los cerrados.”
Asignar tareas en casa para que se sientan útiles
Otra sugerencia, esta vez para los padres de familia, es establecer que los escolares que permanecen en casa cumplan un horario o cronograma de actividades acorde con su edad y en función de las exigencias de cada familia, para un adecuado uso de su tiempo libre.
Otra sugerencia, esta vez para los padres de familia, es establecer que los escolares que permanecen en casa cumplan un horario o cronograma de actividades acorde con su edad y en función de las exigencias de cada familia, para un adecuado uso de su tiempo libre.
En ese sentido, anadió Saravia, se les puede encomendar desde la hora en que se levantan de la cama una serie de tareas para cumplir dentro del hogar, lo que al mismo tiempo contribuye a que los menores se sientan importantes, valiosos y útiles para la propia familia dentro de casa.
“La preocupación del Gobierno se orienta a que no hayan personas aglutinadas en espacios cerrados. Sin embargo, hay que establecer un horario para los escolares, niños y adolescentes, de modo que se dé un uso adecuado a su tiempo libre”, puntualizó el psicoterapeuta.