(ANDINA).- Hugo Neira, quien en breve se alejará de la dirección de la Biblioteca Nacional por licencia, considera imposible estar en contra de que el Perú tenga un ministerio de Cultura.¿Qué perspectiva tiene ante el proyecto del nuevo ministerio?
–Es imposible estar en contra de que el Perú tenga un ministerio de cultura. Existen en otros países y en un país de la riqueza cultural del Perú era obvio que hace tiempo lo necesitaba. Ahora bien, la pregunta es cómo se organiza y qué cosa es el ministerio de Cultura.
El razonamiento gubernamental, me parece, es que si la Biblioteca Nacional ha podido hacer algunas cosas importantes gracias a la ayuda de las empresas privadas en alianzas estratégicas.
¿por qué no un ministerio de Cultura puede hacerlo de una manera más ancha y más grande?
La Biblioteca ha sido una actividad piloto. Ha enseñado el camino para conseguir la financiación de obras precisas y concretas. Me alegro mucho de que se esté tomando el ejemplo. Hemos sido un microministerio de Cultura. No nos hemos limitado a cuidar los libros, a recuperar los ejemplares de Chile, sino que hemos hecho eventos, muchísimos, y además ediciones.
A veces se critica que el impulso del Estado en temas de cultura se queda en la arqueología.
–Lo que voy a decir quiero que lo subrayes bien: me sirvo de experiencia cosmopolita. Es decir que he vivido mucho en el extranjero y como he sido profesor varios años en Francia tengo una idea de cómo funciona. Hay que definir cuáles son las demandas de la sociedad.
El Perú es una sociedad plural, compleja, habitada no por una sino por muchas culturas. De esta sociedad civil provienen dos grandes demandas: la conservación del patrimonio que puede ser cultura viva tradicional y arqueología, y por otro, la demanda moderna, la gente que hace cine, artistas plásticos, fotógrafos...
Sostengo que el ministerio debe tener dos viceministerios: uno para patrimonio y otro para fomento. Y luego, a mi criterio, debe haber, por concurso público, la elección de poco personal técnico, joven, competente y ecléctico para juzgar los proyectos. Este personal no es el que está en la BNP ni el que está en el propio INC.
Quienes critican la creación del ministerio señalan que se crearía más burocracia.
–No, no, no. Esas gentes son una o dos personas por campo. Una o dos personas muy competentes y muy bien pagadas, que tienen que echarse a las espaldas decisiones muy importantes para la cultura.
Propongo que no estén en el campo de la cultura. Porque si pones a un pintor, se aliará con los otros. Que no estén, que no sean parte. Que sean personas entrenadas. Hay que ir a formar personal.
¿Se puede decir que el ministerio va a gerenciar lo que es fomento del Estado a la cultura?
–Va a elegir cuáles son los proyectos, debe elegir. Si se parece a lo que conozco en otras partes, tendrá que determinar quién recibe el dinero de las empresas para un proyecto determinado. Siempre los ganadores son muy felices, pero los perdedores suelen quejarse.
