"Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad"

viernes, 21 de enero de 2011

Adiós, maestro

Por: Ernesto Carlín Gereda ecarlin@editoraperu.com.pe.
Ayer, a la edad de 89 años, falleció el lingüista Luis Jaime Cisneros Vizquerra, uno de los intelectuales más queridos y respetados del país. Su deceso ha dejado gran pesar en el enorme número de alumnos que han pasado por sus aulas y en la no menos grande legión de admiradores de su obra. Cisneros Vizquerra nació en Lima en 1921, pero a muy corta edad acompañó a su familia al destierro a Buenos Aires. Es allí donde recibió su educación escolar y realizó sus primeros estudios en medicina. Pero el llamado del mundo de las humanidades era más fuerte y se doctoró en letras en la Universidad de San Marcos. Fue docente desde 1948, desarrollando la mayor parte de su carrera como catedrático en la Pontificia Universidad Católica.

Es en esta faceta de maestro en la que muchos lo recordamos. Sus clases de lengua no se limitaban a las teorías de la lingüística, y habitualmente terminaban abarcando temas de la actualidad social en el país. A varias generaciones de universitarios les inculcó los valores de una ciudadanía responsable y del amor a la lectura.

Su inquietud por involucrarse en el destino de nuestra nación se vio reflejada en varios de sus actos. Por ejemplo, fue uno de los fundadores del partido Demócrata Cristiano en la década de 1950. Posteriormente, sería uno de los promotores de la ONG Transparencia, siendo su presidente entre 1994 y 2000. Asimismo, incursionó en el periodismo, siendo director de dos diarios en las décadas de 1970 y 1980.

Paralelo a su desempeño como profesor entregado y a su aplaudida actividad de ciudadano comprometido, desarrolló una aplaudida carrera como estudioso de la lengua. Es así que fue presidente de la Academia Peruana de la Lengua, miembro correspondiente de la Real Academia Española, de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y de la Academia de Letras de Uruguay. A pesar de su avanzada edad, se mantuvo produciendo y en actividad hasta hace muy poco. El país pierde a un intelectual en toda la extensión del término.

Honores de Estado

El presidente Alan García Pérez decretó anoche que se rindan honores de Estado en las exequias del ilustre maestro y filólogo Luis Jaime Cisneros Vizquerra, quien falleció ayer a los 89 años de edad.

La decisión del jefe del Estado fue dada a conocer por la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República a través de su cuenta en twitter.

Un intelectual probo

Al enterarse del fallecimiento de Luis Jaime Cisneros, el escritor y contemporáneo Carlos Eduardo Zavaleta destacó su integridad como estudioso. "Era un intelectual bastante probo. Como periodista e hijo de periodista, recibía todo tipo de ideas e impresiones y las respetaba", afirmó.

Asimismo, recordó la participación de Cisneros en política. "Formaba parte de un pequeño grupo de intelectuales extraordinarios, en una línea de izquierda democrática", acotó.

En cuanto a su condición de maestro y académico, Zavaleta, quien trabajó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con Cisneros durante unos años, apuntó sentirse impresionado por su febril actividad académica y sus libros publicados.

Un fuera de serie

"Luis Jaime Cisneros fue el principal maestro que tuve en la Pontificia Universidad Católica, me formó en la investigación y en la docencia", afirmó el crítico literario Ricardo González Vigil al enterarse del fallecimiento del intelectual.

Al referirse a su figura como docente, González Vigil destacó que fue un maestro "fuera de serie, un profesor que conversaba con los alumnos fuera del aula, les daba lecturas y los invitaba a conversar".

González Vigil apunta que este papel pedagógico trascendía las mismas aulas, pues "Luis Jaime dirigió periódicos o tuvo columnas semanales de opinión, hasta hace poco. Siempre estuvo abocado a formar ciudadanos con valores, ciudadanos con gran sentido cívico y honestidad".

Profesor por siempre

El escritor Iván Thays aseguró que Luis Jaime Cisneros hacía sentir a sus alumnos como si estuviera pendiente de cada uno de ellos. "Sentí como todos lo que lo conocieron, y con eso me refiero a casi todos los alumnos de literatura y lingüística de la universidad, que estaba pendiente de mí", mencionó.

Asimismo, reconoció que gracias al lingüista pudo acercarse mejor a la literatura.. "Fue un buen amigo, un gran maestro, un extraordinario ciudadano, preocupado por el país, por la sociedad, por la cultura y por los derechos humanos. Una pérdida enorme para el Perú", concluyó. Fuente: EL PERUANO

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