Una exhortación del "Inca" a los cusqueños para que vivan en un ambiente de cordialidad y sin envidias puso punto final a la ceremonia del Inti Raymi o Fiesta del Sol, desarrollada en la explanada del parque arqueológico de Sacsayhuamán ante miles de visitantes y pobladores, que se deleitaron con la festividad más solemne del desaparecido imperio incaico.
Al promediar las 14:00 horas, el Inca -personificado por el actor Edmundo Cosco Cusirimay- acompañado de su séquito, se presentó en la muralla principal del sitio arqueológico.
El gobernante presenció la llegada de las delegaciones de los cuatro suyos o regiones en las que se dividía el estado inca, que representan los puntos cardinales: Chinchaysuyo por el norte, Contisuyo por el oeste, Antisuyo por el este y Collasuyo por el sur.
Luego, el Inca fue trasladado hasta el altar central desde donde presidió los ritos de veneración en honor al Sol, junto al Willac Huma o sumo sacerdote del culto solar y a su séquito.
Posteriormente, se llevaron a cabo otros ritos, entre los que destacó el sacrificio de la llama y la adivinación de augurios.
Para finalizar se efectúo el último mensaje del Inca, quien en quechua exhortó a los cusqueños a vivir en un ambiente de cordialidad y sin envidias para que la Ciudad Imperial siga avanzando hacia el desarrollo.
Los mensajes fueron traducidos a los turistas que ocuparon las butacas, a través de un sistema electrónico implementado para la ocasión.
El Inti Raymi era una ceremonia incaica que se realizaba anualmente en el Cusco, la capital del Tahuantinsuyo, entre el período final de la cosecha y el inicio del invierno en los Andes; es decir, en la segunda mitad de junio. Era el equivalente a lo que hoy es la fiesta de Año Nuevo. Fuente: ANDINA