"Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad"

lunes, 31 de enero de 2011

Alrededor de 20,000 niños dejaron de trabajar en Perú gracias a programa Educadores de la Calle

Alrededor de 20,000 niños peruanos que trabajaban en las calles, en los mercados o en los parques han sido reincorporados a la escuela en los últimos años gracias al programa Educadores de la Calle, que busca combatir el trabajo infantil, informó hoy la ministra de la Mujer, Virginia Borra.

Detalló que dada la condición de pobreza de sus familias, estos menores se dedicaban a ayudar a sus padres en los mercados, donde cargaban mercadería, llevaban las carretillas, e incluso reciclaban desechos y recolectaban las frutas y verduras que caían de los camiones.

La titular del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes) destacó que gracias al programa Educadores de la Calle –que hoy cumple 19 años en el país– se dialogó con los padres de dichos menores para explicarles que no deben impedir que sus hijos vayan a la escuela, toda vez que están en edad de aprendizaje escolar.

El objetivo de Educadores de la Calle es acudir en busca de los menores trabajadores en edad escolar, para que vuelvan a las aulas y se reintegren al sistema educativo formal, para concluir sus estudios.

“Tratamos de erradicar el trabajo infantil en el país. Para ello, este programa trabaja con los niños y con sus padres, a quienes se les brinda talleres para ir cambiando el concepto de vida que tienen sus hijos, quienes trabajan desde temprana edad”, comentó Borra Toledo.

La ministra acudió esta mañana al mercado mayorista de La Parada, en La Victoria, para verificar el trabajo de los programas y talleres de verano del Inabif en beneficio de los hijos de los padres que trabajan en ese centro de abasto.

Según el Mimdes, en cuanto a trabajo infantil se refiere el mayor rubro se registra en las ciudades de Lima, Trujillo y Cajamarca.

La principal labor de los pequeños está relacionada con el trabajo callejero como la venta de verduras, limpieza de autos, venta de golosinas, entre otros. Debido al entorno y a los horarios en los que se desarrollan, estas actividades se consideran de riesgo. Fuente: ANDINA

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