"Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad"

lunes, 14 de noviembre de 2011

Casa de la música fomenta el arte en niños y jóvenes con capacidades diferentes

DRELM - 14/11/2011.- Iván Bobbio tiene 27 años, seis de ellos dedicados a la música, es un percusionista nato, toca el cajón con singular maestría, pero su talento trasciende más allá de la interpretación musical, también es un cultor de la marinera que lo ha hecho ser campeón de este baile peruano. Por si esto fuera poco, es medallista en natación y actor principal en “Como una brisa”, una obra teatral que busca sensibilizar a la población sobre una mejor percepción de la discapacidad.

Para Iván, el síndrome de Down, nunca fue un obstáculo para desarollar sus habilidades y alcanzar las metas que se ha propuesto, él junto a otros 39 niños, niñas y jóvenes también conforman la “Ensamble Orquesta Inclusiva”, de la Casa de la Música, creada hace seis meses por el Ministerio de Educación. Su director, el maestro Wilfredo Tarazona es su principal impulsor.

“La Casa de la Música se crea con la propuesta de apoyar a niños y niñas con habilidades diferentes que tienen condiciones especiales para la música. Las clases son completamente gratuitas”, sostiene quien también tiene la responsabilidad de dirigir la Red de Orquestas Sinfónicas Infantil y Juvenil.

“Es impresionante el talento y la facilidad de algunos menores para el rápido aprendizaje de las partituras musicales y la aplicación de estas en sus instrumentos musicales. Para la mayoría de ellos, la música es un vehículo de expresión que les permite interactuar en la sociedad y desarrollar su personalidad”, agrega Tarazona.

Ellos pasan primero por un taller formativo de música, que dura cuatro años, denominado “Orquesta A”. Aquí se efectúa su primer contacto con los instrumentos mediante el estudio del cajón, luego reciben 2 años de percusión y el último año estudian el xilófono. Este proyecto incluye además aprender a leer las partituras musicales. La integran unos 80 miembros.

Catterine Vásquez, es también una niña que presenta Síndrome de Down, y es otra destacada integrante de la orquesta desde hace cuatro años. Toca el xilófono y el cajón de manera casi magistral. A sus 22 años es además campeona nacional de marinera norteña y ha ganado otros 15 campeonatos en diversas danzas artísticas. Sus conocimientos son producto del inconmensurable amor de su madre, y el apoyo de sus amigos y maestros de esta escuela.

Anibal Martel, docente principal, desde que se creó esta institución, considera que es una experiencia gratificante. “Son muy inteligentes, son unos niños eternos. Yo siento que aprendo más de ellos, que ellos de mi. Su constancia y buen ánimo no tiene límites y creo que ahí radica la esencia de sus procesos de aprendizaje”, enfatiza.

En esta escuela también se dan cita niños y niñas, que no presentan discapacidad, ellos integran la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil del Perú. Sumados todos son aproximadamente 350 integrantes. Las prácticas son todos los sábados desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde. A las 12 del día los integrantes de Ensamble Orquesta Inclusiva, (20 niños con habilidades especiales y 20 alumnos regulares) de ambos grupos se juntan para ejercitar lo aprendido durante el día y reforzar su repertorio musical.

Tarazona Padilla, anhela que esta experiencia se repita en todo el país. Agregó que Trujillo podría ser el próximo lugar considerando, por ser la región de mayor número de personas con habilidades diferentes después de Lima.

La Casa de la Música, es un lugar abierto a la comunidad donde se cultiva y perfecciona la interpretación sinfónica escolar, que contribuye a la formación cultural de los niños y adolescentes, que gustan de la música. Fuente: MED

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