Aimara es el nombre del proyecto que busca la salvaguarda de este idioma y manifestaciones culturales de estas poblaciones en Bolivia, Chile y Perú, que viene desarrollando Crespial, bazo de la Unesco que vela por el patrimonio cultural inmaterial de América Latina.
Al respecto, el director general del Crespial, Jaime Urrutia, señala que el patrimonio cultural no es solo el legado arqueológico, sino también manifestaciones como la música y la danza.
Consultado sobre la importancia actual de preservar el patrimonio inmaterial, Urrutia considera que “sin este no puede haber identidades dentro de una nación”, y que sería el fin primero de su salvaguardia.
“Hay que fortalecer la conciencia de las expresiones locales más que el turismo, si no terminamos con manifestaciones inventadas para los visitantes, como ocurre con algunas tribus amazónicas que hacen rituales falsos”, opina.
En 2003 la Unesco redactó un Texto de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, refiriéndose a una reunión realizada en París, el cual busca no solo preservar la cultura inmaterial, sino también sensibilizar a las poblaciones sobre su importancia.
Y esas podrían ser las principales líneas de trabajo del Crespial.
El centro está formado por diez países, representados cada uno por un funcionario del sector privado y otro del sector público relacionados con la instancia cultural de cada país.
En el caso peruano, el ministerio de Cultura enviará un delegado. Para que un país decida integrarse, deberá inscribirse desde una autoridad estatal.
Urrutia explica que la institución “busca difundir el texto de la convención, facilitar el trabajo de personas e instituciones, y formar especialistas en la preservación del patrimonio”.
Dentro de los proyectos grandes de Crespial está así mismo Guaraní, a realizarse en Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay, para la difusión del idioma y los usos culturales de esta etnia.
Un tercero, el más reciente, es Esmeralda, aplicado a poblaciones afrodescendientes, en todos los países latinoamericanos.
En el tema de capacitación, realizan sobre todo cursos virtuales y descentralizados. Se aprueba primero una currícula general para ellos y luego se asignan tutores para cada país.
Próximamente abrirá un seminario de inventario y otro de registro patrimonial, con capacidad para 30 especialistas de cada país.
Además de estas funciones, editan publicaciones, sobre todo en formato CD, para mantener un flujo constante de intercambio. Hasta ahora han editado sobre todo textos de diagnóstico, así como libros sobre artesanía y fiestas populares. Fuente: ANDINA