"Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad"

jueves, 20 de enero de 2011

Reciclemos y limpiemos la ciudad

Por: Arnaldo Guadalupe Periodista
La temporada de verano incrementa el tráfico de personas y automóviles hacia los distritos del sur de la ciudad y la temporada de invierno los conduce hacia el este de Lima en busca del sol que brilla en las primeras estribaciones de la gran Cordillera de los Andes. Cuánta razón tienen quienes elogian a nuestro país por su variedad climática. Tenemos la gran posibilidad de escoger el clima que nos agrade, literalmente cuando nos dé la gana y el bolsillo responda, privilegio que muy pocas personas tienen en el mundo.

Pero si bien la naturaleza de esta parte del mundo nos ha premiado con estos privilegios, somos los ciudadanos quienes no respondemos con la misma bondad. A las afueras de la ciudad, existen distritos que no han podido solucionar el problema de los basurales.

La carretera Central está plagada de montículos de basura que, personalmente, observo desde que era un niño. Igualmente, si nos dirigimos al sur, lo primero que percibimos ni bien cruzamos el puente Atocongo son los hedores de los basurales que se exponen al lado de la Panamericana, contaminando el ambiente en una zona densamente poblada.

El problema de la basura nunca se arregló totalmente en nuestra ciudad, y no es un problema de cada distrito; mantener nuestra ciudad limpia tiene que ser un esfuerzo conjunto que produzca un resultado integral. Sería magnífico transitar en busca de las playas y el sol por calles, autopistas y carreteras limpias.

Resulta absurdo en estos tiempos, en que la economía le sonríe al país, vivir al lado de residuos que empañan la expectativa de un buen fin de semana veraniego o un feriado largo en busca de la naturaleza que nos ofrece el interior del país.

Y el problema se agrava porque en estos tiempos no se trata de llenar el bote de basura con cualesquier residuo, es necesario tomarnos el trabajo de clasificar la basura para que parte de ella sea reciclada.

El ciudadano es el primer objetivo de una campaña que debe inculcar no solo la limpieza, sino principalmente la clasificación de los residuos. Así habrá menos basura por eliminar y quizá progresivamente podamos ver una ciudad totalmente limpia, y convertir en jardines esos espacios que algún día estuvieron contaminados. Fuente: El Peruano

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